No me ha cogido por sorpresa la pole de Sebastian Vettel. Estaba cantado que tarde o temprano llegaría este día, pues el alemán es el claro ejemplo de una carrera meteórica. De hecho me alegro de que haya sido él quien haya superado el récord de Alonso, pues es algo a lo que parecía predestinado desde su espectacular época en el karting, donde cosechó numerosos éxitos a nivel internacional.
Su posterior salto a los monoplazas también fue sobresaliente, por lo que empezó a estar en boca de todos los ojeadores, gracias a 2 soberbias temporadas en la F-BMW alemana. Su progresión no se detuvo en su salto a la competitiva F3 Euroseries. De esa época se recuerda su participación aislada en nuestra Fórmula 3, logrando un resultado espectacular.
Posteriormente decidió tomar parte del campeonato de F-Renault 3.5, es decir, las World Series by Renault, donde comandaba con holgura el certamen cuando fue reclamado para la categoría reina, con lo que se quedó sin coronarse campeón de la serie promovida por RPM. Desde entonces sus prestaciones han sido realmente buenas, aunque no ha estado exento de críticas, sobre todo al comienzo de esta temporada cuando apenas logró completar un par de vueltas en carrera. Hoy la lluvia, un motor excelente, un piloto extraordinario y un depósito de gasolina descargadito han conformado la mezcla perfecta para alzar hasta lo más alto de la prueba clasificatoria al joven Vettel, 21 años.
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