3.11.08

2 vueltas locas para definir un Mundial

Quizás lo visto en Interlagos no sea más que el retrato de la temporada que hemos vivido. Un auténtico caos, errores incomprensibles y todo por decidirse en el último Gran Premio. La paradoja fue tal que los boxes de Ferrari y McLaren celebraban al unísono la victoria del Mundial. Mientras el padre y el hermano de Massa se abrazaban eufóricos con los mecánicos de Ferrari, la famosa novia de Hamilton (cantante de The Pussycat Dolls) saltaba de alegría al ver a su amado entrando en quinta posición. Y es que el británico sólo necesitaba ser quinto para llevarse un Mundial que debió haber sentenciado mucho antes y que tuvo perdido hasta la última curva.

Las precauciones tomadas por Hamilton parecen lógicas, pero la aparición de agua y las ganas de una futura estrella llamada Sebastian Vettel a punto estuvieron de tirar por tierra el tan ansiado título mundial. Habría sido por segundo año consecutivo. Sin embargo, la divina providencia, encarnada en Timo Glock, jugó en favor de Hamilton, que pudo adelantar en la última curva al alemán de Toyota y así entrar 5º. Pero el susto tuvo que ser monumental al ser adelantado por Vettel (con motor Ferrari) a 2 vueltas del final. El joven teutón parece que quería hacer méritos para ganarse un puesto en la Scuderia, algo de lo que se lleva tiempo rumoreando.

Massa, por una vez, lo hizo todo bien, arriesgando cuando necesitaba abrir hueco y conservando cuando ya tenía la victoria en el bolsillo. Él ha sido el que más carreras ha vencido (6), pero su inconsistencia y sus errores garrafales le han hecho perder un Campeonato del Mundo que, por coche, debería haber vencido. Sin embargo, se ha impuesto el mejor piloto de los que contaban con un coche competitivo. Y eso a pesar de algunos fallos que han dado aire a los bólidos rojos. Al final también Raikkonen ha maquillado su temporada con un nuevo podio y arrebatando el tercer puesto final a Robert Kubica, que se lo merecía mucho más, sobre todo teniendo en cuenta el desfallecimiento mecánico de BMW en el final de temporada.


De hecho, es sorprendente que si tuviéramos en cuenta los últimos 8 grandes premios el campeón sería Fernando Alonso, el bicampeón al que le "robaron" su tercer entorchado y que año tras año demuestra ser el mejor piloto que hay sobre el asfalto. No muy lejos suyo encontramos a otros como Hamilton o Vettel. El resto no atesoran la calidad suficiente, y es por eso que me alegro de la victoria de Hamilton, pues ver a Massa campeón del mundo habría sido un desprestigio para la Fórmula1. El fiasco Ferrari, mitigado con el título de equipos, no parece ser suficiente como para apear a Kimi o Felipe y dar un volante a Fernando, a pesar de que los medios y la afición italiana así lo lleven reclamando desde hace un tiempo.

En resumen, las gratas sorpresas han sido:
  • Vettel: ha demostrado ser un campeón y ha hecho una segunda parte de temporada incontestable, añadiendo a ello una victoria en Monza.
  • Alonso: ha logrado evolucionar un coche que estaba muerto y ha vuelto a poner en evidencia a su compañero de equipo. Además se ha embolsado 2 victorias.
  • Kubica: mientras su coche funcionó él lo hizo todo bien, dando la primera victoria a la escudería. Luego poco pudo hacer.
  • Hamilton: como nuevo campeón debe aparecer en esta lista, aunque todavía necesita cierta madurez al volante, sobre todo en situaciones de nervios.
Y las decepciones:
  • Raikkonen: vergonzosa temporada del campeón del mundo. Su rapidez no se ha reflejado ni en clasificación ni en carrera, excepto cuando de nada valía firmar la vuelta rápida.
  • Piquet: a pesar de entonarse al final, Nelsinho se ha encontrado a años luz de Fernando y en la sesión de clasificación ha decepcionado hasta decir basta.
  • BMW: parecía ser la alternativa al binomio McLaren-Ferrari y ha acabado por detrás de equipos como Renault o Toro Rosso.
  • Honda: ni la supuesta varita mágica de Ross Brawn ha podido levantar al equipo japonés. Suerte que Alonso parece decantarse por Renault.

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