Con la reciente publicación en todo el mundo del nuevo paso dado por Epsilon Euskadi, de simple escudería a constructor con su prototipo ee1 para la disputa de las Le Mans Series y las 24 horas en categoría LMP1, el panorama del automovilismo español puede cambiar radicalmente. Pero quisiera repasar todos los proyectos que este año parece que se van a quedar en el tintero.
El boom de la Formula1 afecta a aficionados, pilotos, televisiones, patrocinadores y escuderías. Adrián Campos, tras su asociación con uno de los futuros gurús del "circo", Alejandro Agag, ha dado un salto cualitativo en GP2, pasando de ser uno de los farolillos rojos a meter a un piloto en podio final y ser la tercera mejor escudería. Este año parece que la dinámica se repite a tenor de los primeros entrenamientos con el nuevo monoplaza, metiendo a Petrov y Hanley siempre entre los primeros. Pero sus planes expansionistas van más allá de alcanzar la F1, algo que nadie sabe cuando ocurrirá exactamente -aunque viendo el estado de Super Aguri todo puede ser- y por eso mantendrán su estrucutura en F3 dando, quizás, un volante a alguna de las mujeres que probó a principios de año, pero su ambición de montar una estrucutura en la Euro3000 se ha venido a pique. Maxi Cortés, Sáez Merino y Campos Jr. tenían todas las papeletas para disputar el campeonato pero ahora deben buscar otros retos.
También otro ex-F1, Emilio de Villota pretendía involucrarse en la Euro3000, aunque finalmente se ha decantado por ampliar su programa de F3 española, dando una plaza al campeón de la ya extinta Formula Master Junior. También la F-BMW Eurocup ha perdido al único equipo español candidato, Racing Engineering, que renunció a la GP2 Asia para probar suerte en esta categoría y que finalmente centrará todos sus recursos en la GP2 donde ha conformado una de las escuadras más potentes y optará a todo. La declaración oficial sobre su exclusión de la copa monomarca alemana versa sobre su incapacidad para fichar a 2 pilotos, algo que también ha ocurrido en ISport.
Pero el caso más sangrante de proyectos abandonados lo hemos podido ver en la F-Renault 2.0 en su campeonato West European Cup (WEC), que comprende Francia, España, Bélgica y Portugal. Tan sólo Epsilon Euskadi, que pondrá 6 coches con Roberto Merhi y Albert Costa como pilotos de punta, y la neonata iQuick, con Otegi y Conchado, se mantienen entre las escuderías españolas que mostraron interés por el nuevo certamen. Atrás quedaron las ideas de Meycom, LLusia Racing, Novo Team u Omicron de extender sus programas más allá de la Formula 3 patria. En el fondo esto será una oportunidad perdida para los equipos y para nuestros pilotos, pero puede que detrás de todo se esconda la sombra de la dificultosa financiación, pues este país sí parece preparado para apostar por la F1 pero ¿y por las categorías inferiores, el auténtico vivero de pilotos que sueñan con ese volante en Ferrari, Renault o Williams?
No hay comentarios:
Publicar un comentario